Quienes deciden emprender la ardua labor de comunicar e informar, no sólo se enfrentan a la posibilidad de tropezarse en algún momento con la señal de que algo marcha mal como es encontrarse, ante la abundancia de sucesos, falto de material; sino que también deben sortear una de las más difíciles labores del periodismo, la cual consiste en la brega por sintetizar la forma y contenido de la cantidad de hechos que a diario transcurren en la sociedad.

De manera que si bien el envión inicial, aquel que da la llave para abrir la puerta de la expectativa, constituyó para este medio de comunicación uno de los puntos claves para determinar su continuidad; lo que resta del camino será la prueba para lograr o malograr lo que muchos han calificado de un acierto en materia de comunicación alternativa. Por ende la presente edición se realizó sin escatimar esfuerzos para continuar elaborando producciones que satisfagan tales epítetos.

No podrían ser otras las notas aquí escritas, pues éstas son la forma de transmitir el impulso que se ha recibido por parte de quienes siguieron la primera edición.