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Las sobras de la calle
Martes 26 de Mayo, 2015
Por: Alan González Salazar


Las sobras de la calle

“¡Cuánto os amo a todos, porque sois así,

ni inmorales de tan bajos que sois, ni buenos ni malos,

inalcanzables por todos los progresos,

fauna maravillosa del fondo del mar de la vida!”

 

Álvaro de Campos

 

Por: Alan González Salazar




Sobre la acera de la Avenida, calle 14, vertical, desciende una hilera de niños de diferentes edades, se conglomeran en grupos donde sobran los gestos de atención y ternura. En sus ojos la desconfianza les hace girar la cabeza como pájaros. Descienden la Avenida en fila india, guiados por un hombre atento y despreocupado a la vez. Conversa con ellos, ríe con ellos. Sin estar uniformados, todos coloridos avanzan el par de kilómetros que los separan del centro de Pereira.

El abandono no pudo escoger una mejor imagen: la piel sin carne, los harapos. Sus padres han muerto en la guerra o se entregaron a las drogas, su hermana, su hermano está en la cárcel. Invisibles, se hunden en la ciudad, se los “tragan” los edificios ¿Qué hacer? ¿Vender sus lágrimas y continuar los golpes? Son, lo que se dice, la minoría ¡Minoría somos todos! Astillas del fuego de la vida…

Pagan con su vida los errores de sus progenitores, de sus abuelos, ignorantes y pobres. Sólo les queda la amistad en los cuartos hacinados, donde los camarotes se elevan hasta el techo. Nadie ve, nadie oye. Ni bajo el pecho el corazón. Nunca la muerte fue capaz de disciplina semejante. Cuando hablamos de soledad no sabemos bien qué decimos. Falta ver cuánta rabia traen, cómo los muelen a golpes cada mañana…

¿Quiénes van a los hospitales, los ancianatos? ¿Quién ofrece un bocado de comida? Cuando un funcionario público busca su cuota, la tajada de su almuerzo, es allí donde retira o incrementa la sábana, el medicamento; le gusta ruñir el hueso. La religión no se queda atrás, ni el arte, quizá.

Pero hay quienes van sin ser invitados, sin que nadie les pague, transforman los barrios, los pueblos. Hablo de La Casa Pintada, de Frailes Arte, de Casa CubaAbierta, La Tropa Teatro, Palo Qsea, Teatro Tacto y Espacio y Cine Club La Florida, entre otros, quienes han aportado a su comunidad procesos continuos de formación, que dan como resultado una juventud unida para la trascendencia. Con el mismo sentido independiente se debe generar el debate público para recoger los frutos de estas experiencias y proyectar sus logros hacia demás sectores vulnerables e invisibilizados, las cárceles por ejemplo, las zonas apartadas. Borrar los apodos, refundar el territorio. No sólo se escribirá poesía, sino que se tendrá la capacidad de defenderla, defenderla del Estado y los corruptos.

Cuando aquella niña, la última de la fila en descenso, duerma alegre y con ansia de mañana, sabremos qué significa la palabra “humanidad”.
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