SI NO SE SALVA TIMOR NO NOS SALVAREMOS
publicado en el país.com
¿Qué le importa al mundo
que yo me sienta humillado y ofendido? ¿Qué le importa al mundo que yo haya
llorado lágrimas de indignación impotente, ante las imágenes infames de un
crimen infame? Si esta desgraciada humanidad, faltando una vez más al respeto que
debe a sí misma, no impone a Indonesia, en nombre de la simple moral, el
acatamiento inmediato e incondicional de la voluntad del pueblo de Timor
Oriental, ¿qué importa que un escritor acuda ahora a protestar utilizando las
palabras de todos, que demasiados callan porque están más preocupados por sus
intereses presentes y futuros que por la sangre que corre y las vidas que se
pierden? ¿Cuánto pesa el pueblo de Timor Oriental en las balanzas políticas de
China y Rusia? ¿Cuál es la cotización de un habitante de Dili en la Bolsa de
Nueva York? Indonesia tiene más de trece mil islas y Timor Oriental es apenas
la mitad de una de ellas.
¿Valdrá la pena, por tan poco, que el mundo se levante para reclamar
responsabilidades a los culpables directos e indirectos de las atrocidades que
se cometen ante nuestros ojos, para exigir el castigo de los asesinos y de
quienes los mandan? ¿Cuánto hace falta entonces para que nos levantemos? ¿Un
continente? ¿Dos continentes? ¿Se levantará el mundo cuando ya esté a punto de perderse
el mundo? ¿Qué pasa con el ser humano? ¿Y la democracia para qué ha servido?
¿Sirvió de algo en Timor? ¿Se hace un referéndum para rechazarlo luego, antes
incluso de que los votos hayan sido contados? ¿No será un crimen contra la
dignidad y la honra despreciar y violentar la voluntad de independencia de un
pueblo? ¿Y qué sentido tienen hoy estas palabras? ¿Tiene honra un ministro,
tiene dignidad un general si son el general y el ministro quienes arman el
brazo de los criminales? ¿O son ellos mismos los criminales? ¿Cuándo se pondrá
fin al cinismo de la mal denominada comunidad internacional? ¿Cuándo terminará
la hipocresía de quienes mandan? ¿Y la inercia de quienes son mandados cuándo
terminará? ¿Cuándo dejaremos de llorar sobre nosotros mismos? ¿Cuándo dejaremos
de decir que no tenemos culpa?