Por:
Alejandro Gael Montiel
Las nuevas tecnologías no sólo están cambiando las plataformas para aprender; están reconfigurando las formas tradicionales de aprendizaje. Adaptive learning (aprendizaje adaptativo), es un método educativo que modifica sus contenidos y formas de enseñanza de acuerdo al usuario.
Su principal objetivo es que los alumnos se conviertan en participantes activos, en lugar de simples receptores de información. Para ello, se recolecta información sobre los hábitos de aprendizaje, conocimientos, debilidades y fortalezas de cada usuario para crear un plan de estudios a la medida. Se hace énfasis en las áreas donde los alumnos tienen más dificultades y se adaptan a la forma y ritmo de aprendizaje de cada uno.
Knewton es una de las plataformas de aprendizaje adaptativo más utilizadas, con presencia en 190 países y cursos que abarcan todos los niveles básicos y superiores de educación. Entre más se usa la plataforma resolviendo ejercicios, Knewton realiza recomendaciones en forma de videos, gráficas, imágenes o cualquier cosa que mejore los conocimientos de cada alumno. Además, implementa un sistema de “juego”, donde se recompensa a cada alumno con puntos.
A diferencia de plataformas como Amazon y Facebook, que identifican sólo algunos patrones para sugerir productos, Knewton recoge una cantidad enorme de datos de cada usuario, la suficiente para saber en qué hora del día aprendes mejor, o qué tanto trabajo te costará aprender a resolver ecuaciones de tercer grado, por ejemplo.
“Podemos predecir el fracaso, así que podemos remediarlo antes de que ocurra”, comenta su CEO, José Ferreira, en entrevista con Mashable. “podemos decir ‘a ella se le va a dificultar aprender esto, vamos a mostrarle ese concepto del año pasado para que lo recuerde’”. Al no tener las limitaciones físicas de un libro de texto, se puede hacer uso de una gran cantidad de recursos.
A pesar de que el aprendizaje adaptativo parece tener un mejor uso en ciencias exactas, puede tener importantes aplicaciones en materias como historia, donde las fechas y nombres son un porcentaje significativo de la materia. Para Ferreira, el salón de clases debería servir para el resto: discutir motivos, conceptos abstractos, teorías filosóficas. “Dejémosle los datos al aprendizaje adaptativo”.
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